Dia 10 Se un Árbol
- Cynthia Espinoza
- 19 mar 2018
- 1 Min. de lectura

Reflexiona. Se espiritual.
La práctica frecuente de la meditación genera felicidad porque provoca un estado de conciencia y distanciamiento.
Busca un momento de reflexión. Contemplate como alguien pequeño dentro de un proyecto mucho mayor: el universo. Así como los árboles ancianos contemplan la vida pasar rápido, desde su quietud, desde su sabiduría.
Respira profundamente.
Medita.
Reza.
Genera buenos deseos para ti y para los demás. Trabaja tu paz interior.

Es esencial dedicar media hora al día a la meditación, salvo cuando uno está muy ocupado; entonces hace falta una hora entera.
Puedes concentrar tu atención de muchas maneras: enfocándose en un solo objeto (la llama de una vela), en pensamientos o imágenes pero siempre sin juzgar o elucubrar sobre ellos, enfocándose en sonidos, en tu propia respiración. La meditación es una experiencia muy personal y se puede hacer de maneras muy diferentes.
En cualquier caso, al principio puede resultar complicado por lo que deberás tener paciencia y confianza. Despreocuparse y no esforzarte en exceso.
No olvides apuntar en tu diario tu experiencia personal con esta tarea. ¡Disfruta del ejercicio!
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