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Cómo manejar el estrés, con la práctica del Mindfulness

Actualmente, el estrés está presente en el día a día de muchas personas, a veces se es consciente y otras veces no; En unos casos es un estrés crónico y en otros puntual. El caso es que afecta a un gran número de personas.

Como lo hablamos en nuestro podcast (si quieres escucharlo 4 técnicas fundamentales para reducir el estrés entra a nuestro podcast ¡Manejo estres y sientete mejor! )


Nuestro cuerpo trabaja horas extras cuando se enfrenta a los desafíos cotidianos. La realidad es que no estamos preparados para hacer frente a toda esa energía adicional. Podemos comenzar a sentir ansiedad, temor, preocupación y tensiones. Si el estrés no se mantiene bajo control, puede ocasionar graves problemas de salud tales, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas y diabetes.

Pero primero quiero aclararte ¿Qué es el estrés? El estrés es la capacidad que el ser vivo tiene de contestar a un estímulo externo (positivo o negativo). Ante un determinado estímulo, el cerebro emite una respuesta que hace que la hormona del estrés se ponga en movimiento en la sangre (cortisol y adrenalina) provocando un estado de tensión de estímulo y alerta para poder contestar.


En el ajetreado mundo de hoy, nos vemos presionados para seguir muchas direcciones a la vez. Tenemos responsabilidades en el hogar y en el trabajo, y a veces simplemente nos supera.


Es posible que también tenga que hacer frente a acontecimientos importantes de la vida que pueden causar estrés.

¿Qué tipos de estrés existen? El estrés puede ser profesional, emocional y psicológico.

El estrés profesional puede ser provocado por sobrecarga de horarios y tareas, falta de motivación, mala relación entre compañeros / equipos, por la competencia, objetivos muy elevados y por miedo a no ser competente.

El estrés emocional puede ser provocado por un acontecimiento a nivel personal, familiar (el fallecimiento de un familiar, un divorcio o separación, problemas con hijos, etc.) a veces, el estrés emocional puede surgir después de un tiempo y no inmediatamente tras el acontecimiento.

El estrés psicológico es un cúmulo de situaciones profesionales que llegan al punto de agotamiento mental y psicológico, causando dificultad de concentración, falta de memoria, ansiedad, miedos y pánicos, entre otros.

Signos típicos de estrés

  • ansiedad

  • dolor de espalda

  • constipación o diarrea

  • depresión

  • fatiga

  • dolores de cabeza

  • presión arterial alta

  • dificultad para dormir o insomnio

  • problemas afectivos

  • disnea

  • rigidez en el cuello o la mandíbula

  • dolor de estómago

  • aumento o pérdida de peso


Parte de este descontrol de nuestras emociones y pensamientos puede haber una afectación es ahí ¿Qué efectos tiene el estrés en nuestra vida cotidiana? Los efectos del estrés cambian en cada persona. Hay personas que viven mejor ante determinadas situaciones y peor ante otras, y el revés. Depende mucho de cada uno: personalidad, forma de ser, experiencia e historia de vida, etc.

¿Existe el estrés bueno? ¡Sí, existe el estrés bueno! Es como el colesterol, hay bueno y malo. Todos tenemos que tener una dosis de estrés para vivir nuestras vidas, reaccionar ante distintas situaciones. El problema es cuando empieza a ser crónico y se convierte en malo. La frontera es muy fina.


El estrés afecta a nuestra salud. Muchas patologías empiezan con síntomas de estrés, que no han sido diagnosticadas y valoradas a su tiempo. Los insomnios, las cuestiones cardiacas, las cuestiones de espalda y cabeza, las variantes de peso y alimentación, cuestiones digestivas, las depresiones, etc., son algunos de los síntomas del estrés.

Prevención antes el estrés como mecanismo de fortalecimiento antes de una situación crónica. Lo primero que hay que hacer para prevenir el estrés, es empezar a reconocerlo y conocer cuáles son nuestros propios límites, y cuándo empezamos a sufrirlo de forma continua. Hay que aplicar un programa propio de gestión del estrés, que incluye una gran variedad de ejercicios y tareas; se trabaja la respiración, se realizan ejercicios de relajamiento, actividades relacionadas con el deporte y/o creatividad, se trabaja la mente y sobre todo se aprende a conocer nuestros límites.

¿Qué es la gestión del estrés? La gestión del estrés es exactamente aprender a gestionar algo que forma parte de nuestra vida, pero que si no se gestiona bien, se puede complicar mucho, tanto a nivel de salud como relacional. Todos tenemos estrés y lo importante es que lo sepamos gestionar en el día a día para que no se convierta en crónico, y como tal en patológico. Se trata de analizar qué estamos haciendo con el tiempo, qué actividades, cómo nos alimentamos, cómo dormimos, qué hábitos saludables tenemos o no, qué forma de pensar y lenguaje utilizamos, cómo está funcionando nuestra salud y nuestra vida de una forma general. Y a partir de ahí, crear un programa específico para sentirnos más equilibrados en todos los aspectos de nuestra vida.


Mindfulness: manejo del estrés

El mindfulness es la práctica terapéutica de mayor auge en todo el mundo; un método que aporta una ayuda concreta ante las enfermedades de nuestro tiempo: estrés, ansiedad y depresión. Puede ser de gran utilidad para quienes sufren una enfermedad crónica y también como medida preventiva para aquellos que están sometidos a constantes situaciones de estrés.

Realiza alguna práctica de Atención Plena diariamente

Enfoca tu atención hacia algo que esté sucediendo en el presente. Aunque sean 10 minutos realiza alguna práctica de Mindfulness o atención plena diariamente.

Utiliza la respiración para volver al presente. La respiración es una herramienta clave para gestionar el estrés y autorregularte. Si respiras conscientemente aplicando la atención plena darás el primer paso para volver al presente y poder empezar a gestionar tu estado anímico.


Profundiza en tu autoconocimiento

Una buena práctica del mindfulness hace hincapié en siete aspectos que ayudan en el autoconocimiento y así en la mejor gestión del estrés:

No juzgar, consiste en tomar preferiblemente una posición de un testigo imparcial de la propia experiencia.

Tener paciencia, entender y aceptar el hecho de que a veces las cosas se desarrollan en su propio tiempo.

Adoptar la mente de principiante, una práctica de la atención plena debería facilitar la oportunidad de ver todo como si fuera por primera vez evitando prejuicios y trampas mentales.

Confiar en uno mismo y tus sentimientos como parte integral de la práctica de la meditación.

No luchar contra lo que no podemos cambiar. La meditación como no-acción. Permitir que las cosas sucedan

Aceptar. A lo que resistes persiste, lo que aceptas se transforma.

Dejar ir. Las cosas suceden en su tiempo, no hay que aferrarse.


Lidera tu vida

¿Qué significa liderar tu vida? Significa muchas cosas, entre ellas gestionar tus emociones de forma constructiva, para que las acciones que emprendas como respuesta a tus emociones estén alineadas con tus objetivos y tus valores. Todo esto es muy diferente a seguir reaccionando siempre igual a lo que nos afecta, porque si reaccionamos igual seguimos obteniendo la misma respuesta y nada cambia.


Haz una lista de tus valores actuales, con todo aquello que es importante para vos, tus objetivos actuales y elabora tu agenda diaria teniéndolos en cuenta en tus acciones diarias. Parte de nuestro malestar sucede porque no atendemos aquello que es vital para nosotros, sobretodo porque para empezar, no hemos dejado que tome el espacio que se merece en nuestro día a día.

Si empiezas a hacer aunque sea uno de estos cambios en tu vida diaria, te aseguro que tendrás resultados positivos, sólo con que empieces con uno y después puedes seguir con los demás…


En conclusión te invito a esta práctica diaria de Mindfulness una técnica de meditación, a estar presente en cada instante, con todos nuestros sentidos físicos y mentales: conocimiento íntegro de lo que estamos haciendo, observando o pensando. Estar presente en cada momento, nos permite estar más despiertos, nos permite no perder energía y tiempo en cada acción, nos volvemos más productivos y efectivos en todo lo que hacemos, ganando así un tiempo inmenso. En definitiva, mejoramos en todos los aspectos de nuestra vida: ¡más equilibrados, atentos, sanos y felices!

Mi Cajita de Emociones

Cynthia Espinoza Miranda

Coach de Vida / Psicologia Positiva

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