Perdonar y pedir perdón
- Cynthia Espinoza
- 16 jul 2018
- 5 Min. de lectura
Tanto el que pide perdón como el que perdona sufren una experiencia que produce armonía, liberación y causa una mejora en la salud.

Cuando nos hacen daño la reacción inmediata y lógica es ir contra quien nos lo hizo; pero esta reacción lógica y natural tiene sus problemas
El perdón en la antigüedad era un tema propiamente religioso pero la psicología actual ha investigado la influencia positiva de perdón en nuestra salud. Se han realizado estudios en los últimos diez años que así lo afirman. El perdón no incluye obligatoriamente la reconciliación. Perdonar o pedir perdón son opciones personales que no necesitan de la colaboración de la otra persona (la reconciliación es un proceso de dos). El perdón no supondrá nunca restaurar la relación con alguien que con mucha probabilidad pueda volver a hacer daño.
Los estudios reflejan que el perdón puede evitar que ocurran problemas cardiovasculares, ayuda a salir de cuadros depresivos y superar los duelos por pérdidas de seres queridos. En una encuesta que se realizó, las mujeres perdonan más que los hombres.
El perdonar demuestra una mayor inteligencia emocional, mayor madurez y disposición a vivir una vida mejor y por esa razón perdonan la mayoría de las mujeres en cambio los hombres perdonan para olvida y seguir adelante.
Definición psicológica del perdón
La psicología describe el perdón como un proceso que desarrolla el individuo interiormente y que beneficia mas al que perdona que al que se le perdona. Muchas son las razones por las cuales una persona pide perdón , en su mayoría para sentirse bien con ellos mismos. Otros para sentirse perdonados por algo que se les había convertido en una carga insoportable. La persona que pide perdón es aquel que se considera responsable de haber causado algún daño a alguien en un momento de enojo o para vengarse. Muchas son las veces en que la persona pide perdón y no es perdonada, pues al individuo al cual se le pidió perdón no esta listo para hacerlo pues sus heridas todavía no han cicatrizado.
A quién le cuesta más pedir perdón
Les cuesta pedir perdón a las personas que no admiten sus errores y tiene su auto estima muy baja y tienen poca tolerancia a la crítica de otros. El perdón tiene un efecto muy positivo y libera a la persona que perdona porque al hacerlo desarrolla sentimientos de amor hacia su persona y se siente mejor consigo mismo. El perdonar es una manifestación de poseer altos valores morales y trae como consecuencia sanidad y libera a la persona de sentimientos de enojo, rencor y odio. Al perdonar no necesariamente se olvida ni la persona se reconcilia con su agresor, pero puede vivir sin la pesada carga del resentimiento y deseos negativos contra la persona a la cual no se le había podido perdonar.
Cómo ayuda el perdonar a las personas que nos ofendieron?
Perdonar ayuda a dejar el pasado atrás con todos lo eventos que la falta de perdón arrastraba y la persona vive una vida mejor que la que antes de perdonar vivía. El perdón no es un sinónimo de que no se pueda hacer justicia, perdonar es soltar, dejar ir, abandonar ideas de vengarse y acumular sentimientos negativos contra cierta persona. En conclusión está comprobado psicológicamente que el perdón es una terapia más efectiva que cualquier medicina. Las personas que no pueden perdonar pueden enfermarse gravemente y muchas veces se sanan cuando dejan atrás sus sentimientos de rencor, odio, resentimientos y deseos de venganza.
Clasificación del perdón
Hay distintos tipos de perdón entre los autores que investigan el tema:
Perdón unilateral /perdón negociado: El perdón unilateral no necesita de nada ni depende de la posición del agresor y el perdón negociado se da cuando hay un dialogo real entre ambos y el agresor asume su acción agresiva y pide perdón por ello.
Perdón disposicional/perdón específico: El perdón disposicional se da en “personalidades perdonadoras” como rasgo estable de la personalidad. En cambio, el perdón específico es una actuación específica ante una agresión en particular.
Perdón a otras personas/perdón a uno mismo: Normalmente, hay mayor dificultad para conseguir perdonarse a uno mismo que a los demás. En el perdón interpersonal, las conductas de evitación se dirigen a la evitación del agresor mientras que en el perdón a uno mismo, la persona tiende a evitar pensamientos o sentimientos. La reconciliación es necesaria en el perdón intrapersonal, pero no en el interpersonal.
Perdón sano/Falso perdón: El falso perdón se da cuando el agresor mantiene su poder y promueve el mantenimiento del daño. En cambio, el perdón sano se da cuando el agresor reconoce y considera la injusticia realizada.
Proceso de Perdonar al agresor
El perdón no es un acto único que se hace en un momento dado, es un proceso continuo que se puede ir profundizando y completando a lo largo del tiempo. Por eso se dan varios niveles de perdón:
Análisis y reconocimiento del daño sufrido: Es necesario reconocer que se ha recibido un daño que duele y aceptar ese dolor de la forma más objetiva posible para permitir un distanciamiento emocional. Así mismo, en este paso también se debe analizar las circunstancias que han hecho a la otra persona hacernos daño.
Elegir la opción de perdonar: El no perdonar nos coloca en una posición de sufrimiento permanente, por lo tanto, perdonar es la mejor elección siempre.
Aceptación del sufrimiento y de la rabia: Aceptar el perdón consiste en aceptar los sentimientos, pensamientos, sensaciones o emociones que surjan asociados al daño.
Establecer estrategias para auto protegerse: Analizar lo ocurrido, permite identificar los indicios que señalan el peligro, lo que protegerá en adelante a la víctima.
Expresión explícita del perdón
El primer paso consiste en dejar de hacer conductas destructivas abiertas y explícitas (como cesar de buscar venganza o justicia, quejarse a todo el mundo, etc.) o encubiertas e implícitas (como desear conscientemente mal al agresor, rezar para que le pase algo malo, rumiar el daño que se ha recibido, etc.).
El segundo nivel es hacer conductas positivas hacia él. Completando el perdón, si hay respuestas positivas por el perdonado, se puede llegar a restaurar la confianza en el agresor.
El proceso de pedir perdón a la víctima
Desde un punto de vista terapéutico la petición de perdón se puede hacer siguiendo los siguientes pasos:
Reconocer el daño: El proceso de reconocerlo supone un acercamiento profundo al otro, y así poder permitir a la víctima expresar su sufrimiento de forma plena.
Sentir de verdad el dolor del otro: Para pedir perdón es preciso ser consciente de que se ha hecho un daño importante al otro para poder sentir su dolor.
Analizar su propia conducta: Para el ofensor, saber cómo y por qué hizo lo que hizo es interesante para poder compartir ese conocimiento con la otra persona y avanzar en el proceso de pedir perdón. Hay montones de razones por las que alguien decide hacer algo que causa daño, ninguna será aceptable para la víctima, por lo cual, no se trata de encontrar excusas a sus actos, sino de establecer una base para poder realizar la siguiente fase: elaborar un plan que impida que vuelva a ocurrir (Case, 2005).
Definir un plan de acción para que no vuelva a ocurrir: El plan puede incluir acciones dirigidas a mejorar las debilidades propias que han propiciado el daño realizado. Debe ser un plan que indique los objetivos operativos, el tiempo y los medios que se van a dedicar a conseguirlos. No se trata de establecer solamente buenas intenciones, las acciones han de ser concretas y se han de establecer los tiempos y los recursos necesarios para hacerlas.
Pedir perdón explícitamente al otro. Los pasos anteriores han de ser compartidos con el otro y han de comunicársele para que la petición de perdón sea explícita y llegue al otro, mostrando que no son palabras vanas y que hay un interés real en la relación.
Restituir el daño causado: Siempre que sea posible, es preciso restituir el daño causado.
"Puedo perdonar, pero no olvidar", es sólo otro forma de decir, "No puedo, perdona"
Mi Cajita Emociones
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