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Aplicar la inteligencia emocional en el trabajo

La inteligencia emocional está relacionada con nuestra capacidad de entender y gestionar las emociones.

La inteligencia emocional la podemos definir como una serie de habilidades de índole psicológica que nos dan la capacidad de conocer y gestionar nuestras emociones, además de poder entender las de los demás.


Nos motiva, nos da la capacidad de reaccionar ante las diferentes frustraciones de nuestra vida, nos sirve para controlar los impulsos, para gestionar el estado de ánimo ante cualquier situación; en definitiva, entraña una serie de pautas que hacen posible la convivencia con otros individuos, tanto a nivel familiar, escolar, laboral, etc.

Tal es su importancia que se calcula que el éxito laboral está directamente relacionado con ella y es que no solo tenemos que ser competentes con nosotros mismos, sino que también con los demás (sabiendo ser empáticos, desarrollando la capacidad de influir en los demás de manera positiva, poder comprender y hacer sentir bien a nuestros compañeros y sobretodo clientes).


Mejorar la forma de relacionarse

Todo ello se ve combinado con la importancia de ser más empáticos, de sacar partido a la asertividad y de exteriorizar los sentimientos. Al demostrar una mayor empatía los distintos miembros de la empresa se encontrarán a un nivel similar entre ellos, entendiendo lo que les ocurre en todo momento. Para ello es imprescindible transmitir la importancia de que al producirse un problema las distintas personas implicadas se lleguen a ver en los dos lados de lo que está ocurriendo. Así se pueden evitar multitud de situaciones indeseadas.


Ser transparentes para comunicar es imperativo. Cuanto más se exterioricen los sentimientos y la forma de pensar mejores resultados se conseguirán en las conversaciones e interacciones entre compañeros. No debe haber miedo en exteriorizar los distintos sentimientos, puesto que su comprensión ayudará a que se formen mejores relaciones entre los aliados dentro de una empresa. Todo lleva a que de una manera constante se produzca un sentimiento de conexión entre las distintas personas que forman el equipo. Un mayor conocimiento del entorno, de las emociones tanto del individuo como de quienes le rodean, puede producir una mejora sensible en el rendimiento de la empresa.

De forma relacionada hay que transmitir una sensación solidaria con quienes lo necesiten, saber adoptar un punto de vista neutral cuando la situación lo demande y mantener por todos los medios la armonía dentro del equipo de trabajo. La fórmula de aplicar la inteligencia emocional en la oficina es infalible y funciona, pero conviene tratarla con detalle y cuidado.

TIPS CLAVE PARA APLICAR LA INTELIGENCIA EMOCIONAL EN EL ENTORNO LABORAL

La inteligencia emocional se divide en 5 competencias que se tendrán en cuenta, sobretodo, en el momento en el que una empresa hace una selección de personal, para determinar si los empleados los cumplen:

Autoconciencia: Se puede definir como la habilidad que tienen las personas para conocer sus emociones, identificar sus puntos fuertes y puntos débiles.

Autorregulación: Es la capacidad que tiene el ser humano para repasar lo que ha ocurrido, sus acciones, así como los resultados de un evento o suceso. La idea es poder aprender de sus errores (y de sus aciertos), para mejorar de cara al futuro. Lo podemos definir como una especie de periodo de maduración en el que, a través de nuestras vivencias, podremos seguir adelante. Y ser menos reactivos frente a los conflictos.

Automotivación: Aunque si bien es cierto que desde la empresa se deben encontrar recursos para motivar al empleado, (esta motivación se denomina extrínseca), este tiene que disponer de una cierta capacidad para automotivarse, (está motivación se denomina intrínseca). Debe saber establecerse metas que quiera alcanzar. Si una persona no está motivada, difícilmente cumplirá con los objetivos de la empresa.

Empatía: La empatía supone el hecho de ponernos en la piel de otra persona para saber cómo le afecta una determinada situación.

Habilidades sociales: El individuo ya parte de unas ciertas habilidades sociales que vendrán aprendidas desde el hogar o la escuela; sin embargo, conviene mejorarlas y practicarlas.

De esta manera, las habilidades del individuo mejorarán, pudiendo vencer los obstáculos que le impiden seguir adelante. Las habilidades sociales incluyen, liderazgo, trabajo en equipo, escucha activa…etc


IDEAS CLAVE

Análisis individual: Analízate a ti mismo para saber qué cosas te hacen reaccionar, si son reacciones comunes y que puedes hacer para mejorar.

Escuchar: Escuchar no es lo mismo que oír; no solo te debes de quedar con lo que crees que te dicen, a veces hay que leer entre líneas para tomar una decisión acertada.

Lenguaje corporal: Evalúa el lenguaje corporal del resto del mundo. De aquí se puede extraer información muy importante.

Control de emociones: Aprende a controlar tus emociones; no dejes que el estrés o la ansiedad te venzan.

Mi Cajita de Emociones

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