La inteligencia emocional en la adolescencia.
- Cynthia Espinoza
- 18 sept 2018
- 2 Min. de lectura
Los/las adolescentes atraviesen por un proceso de desarrollo normal y necesario. La principal tarea en esta etapa de su desarrollo es individuarse y descubrir su propia identidad. El niño/a ya busca un yo y descubre sus límites, al llegar a la adolescencia, esto se convierte en una tarea crucial, se pelea por ampliar los límites, entrando esto en la dinámica de la búsqueda de la independencia inherente a la adolescencia.

“Sube y baja emocional”
En este período de alternancia y rebeldía, el adolescente transcurre en medio de un vaivén emocional, experimentando sentimientos de vacío interior, de angustia profunda, de exaltación desmedida, de tristeza por la pérdida de privilegios de niños y felicidad por la consecución de pequeños logros adultos. Todos ellos, tal vez, en el mismo día, sencillamente porque siente, canaliza e improvisa: hace lo que puede y como puede.
Inteligencia Emocional: la herramienta para jóvenes líderes.
Habitualmente, cuando se mencionan herramientas para adolescentes, la asociación natural que se desprende del imaginario colectivo refiere a jóvenes con problemas. No obstante, nada menos certero. Frente a una problemática particular (cualquiera sea), existirá un tratamiento o una solución específica, efectiva y bienvenida.
Ahora bien, frente a un proceso natural evolutivo, la Inteligencia Emocional es un instrumento que permite al adolescente hacer frente a toda ese remolino de cambios, explorar sus potencialidades y lograr un brillo propio y natural, producto de entenderse, conocerse y aceptarse.
Autoestima, seguridad, responsabilidad y confianza. Y si es posible, exactamente en ese orden. Veamos un poco más.
¿En qué trabaja la Inteligencia Emocional en los adolescentes?
En su autoconocimiento. Implica reconocer los propios estados de ánimo, recursos, fortalezas, debilidades e intuiciones. Conciencia emocional. Correcta autovaloración. Autoconfianza.
En su autorregulación. Aprender a gestionar los propios estados anímicos, emociones perturbadoras e impulsos.
Autocontrol. Responsabilidad. Integridad. Adaptabilidad.
En su automotivación. Conocer las tendencias emocionales que guían o facilitan el cumplimiento de las metas. Compromiso. Iniciativa. Optimismo.
En su empatía. Implica tener conciencia de los sentimientos, necesidades y preocupaciones de los demás. Comprensión. Asertividad.
En sus habilidades sociales. Comunicación. Liderazgo. Colaboración. Escucha Activa.
Los adolescentes aprenderán a:
Ejercer el control sobre sus vidas.
Visualizar las metas en la mente.
Aumentar los niveles de percepción emocional.
Mejorar sus relaciones en todos sus entornos.
Tomar mejores y más prudentes decisiones.
Disminuir sus niveles de estrés social.
Desarrollar su productividad personal.
Potenciar su seguridad y su confianza.
Lograr un mayor nivel de bienestar psicológico y social.

La finalidad es generar líderes comprometidos con sus vidas y sus entornos, que identifican y logran sus metas a corto y largo plazo y, sobre todo, toman conciencia sobre la contribución tan importante que ellos le pueden generar a la sociedad y al mundo.
Y dejo esta maravillosa cita del inolvidable Nelson Mandela, para todos quienes ya pasamos esta etapa No hay nada como volver a un lugar que no ha cambiado, para darte cuenta de cuanto has cambiado tú.
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MI CAJITA DE EMOCIONES
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